domingo, 10 de enero de 2021

Características Vanguardistas de la Poesía de Pedro Leandro Ipuche, Philippe Soupault y Adriana Tafoya.

 

Por Artemio Vargas Figueroa 


En el siguiente trabajo se presentaran las características vanguardistas de la obra poética de tres poetas de diferentes tiempos y movimientos literarios y son Pedro Leandro Ipuche, Philippe Soupault y Adriana Tafoya. Donde se elegirá un poema de cada poeta y serán expuestos dependiendo las características de los movimientos históricos de vanguardia que poseen.

Antes de enfocarme al tema central de este ensayo haré referencia a lo que es literatura de vanguardia, que son aquellos  corpus de textos surgidos bajo las premisas que el movimiento vanguardista ostentó en las primeras décadas del siglo XX. Básicamente, los criterios por los que se guiaron las vanguardias implicaban un rechazo a las normas estéticas establecidas mientras que propugnaban por la experimentación y la búsqueda de que el arte refleje los cambios que se vislumbraban tanto en lo social como en lo específicamente cultural. Desde esta perspectiva, es correcto afirmar que los rasgos fundamentales de estas literaturas eran tener un carácter de gran innovación y orientarse a tópicos que no solo no eran tradicionalmente considerados como estéticos, sino que rayaban lo decadente.

El nombre de Literatura de Vanguardia fue acuñado durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) para designar a una serie de inquietudes artísticas que se sitúan en la “avanzadilla” cultural del momento. El vanguardismo significó uno de los momentos de mayor unidad entre los artistas europeos que se proyectaron hacia la construcción de una nueva cultura y, por tanto, de una nueva sociedad. Pero el vanguardismo no fue ni mucho menos una tendencia unitaria sino que estuvo formado por una gran cantidad de movimientos, cada uno de ellos con peculiaridades, intenciones y técnicas propias. Lo que tuvieron en común fue el deseo de crear un arte radicalmente nuevo y que rompiese definitivamente con el realismo.

Mencionaré algunas de las características del vanguardismo que se verán reflejadas en la obra poética de los tres poetas que anteriormente mencione:

§  Intención de romper las normas preestablecidas, muchas veces de manera provocativa. Publicaron manifiestos en los que se atacaba todo lo producido hasta ese momento, al mismo tiempo que se reivindicaba e imponía lo original, lo lúdico, desafiando los modelos y valores existentes hasta el momento.

§  Ambición por renovar las artes, aportando nuevas técnicas y formas de expresión.

§  Expresaban y alentaban a la novedad y a la sorpresa.

§  Libertad en cuanto a lo formal.

§  Apología de la experimentación, la espontaneidad y la liberación íntima del artista.

§  En pintura, el vanguardismo se manifestó en obras de carácter abstracto, simbólicas, y tuvo gran auge lo geométrico.

§  En literatura, las vanguardias trajeron consigo el versolibrismo (versos con métrica libre), la ausencia de rima, la destrucción del “discurso lógico”, los caligramas (poesía cuya disposición de las letras va formando un dibujo), los “cadáveres exquisitos” (técnica poética), introspección psicológica de los personajes, el monólogo interior, multiplicidad de narradores o de puntos de vista, idas y vueltas en el tiempo de la narración (flashback, racconto, etc.).

§  Dejaron de tratarse los temas caducos para el hombre moderno, y se adoptaron temas nuevos, muchas veces en referencia a la tecnología. También se tocaron temas tabú, que antes hubieran sido considerados de mal gusto.

§  Se cuestionaron los conceptos de “belleza” y “fealdad” y adquirieron nuevas significaciones.

Dentro de la obra poética a analizar en algunos casos no existirán todas las características que he hecho referencia, pero si en su mayoría. Los movimientos de vanguardia fueron fundamentalmente europeos y buena parte de ellos mayoría tuvieron raíz francesa, en la medida en que sus pautas se marcaron desde París, que ya había sido el lugar de origen de anteriores tendencias de carácter renovador, como el Simbolismo el Impresionismo y el Modernismo. En París se gestaron movimientos como el cubismo, el futurismo y el surrealismo. Peter Bürger nos presenta lo que tienen en común  los movimientos históricos de vanguardia que se ha obtenido a partir del dadaísmo y del primer surrealismo:

Lo que tienen en común estos movimientos, aunque difieren en algunos aspectos, consiste en que no se limitan a rechazar un determinado procedimiento artístico, sino el arte de su época en su totalidad, y, por tanto, verifican una ruptura con la tradición. Sus manifestaciones extremas se dirigen especialmente contra la institución arte, tal como se ha formado en el seno de la sociedad burguesa […] el concepto de movimiento de vanguardia se distingue de tentativas neovanguardistas, como las que se dieron en Europa durante los años cincuenta t sesenta. Aunque la neovanguardia se propone los mismos objetivos que proclamaron los movimientos históricos de vanguardia, la pretensión de un reingreso del arte en la praxis[1].

Bürger afirma en su segunda tesis el por qué la vanguardia se dirige contra ambos momentos: contra el apartado de distribución al que está sometida la obra de arte, y contra el status del arte en la sociedad burguesa descrito por el concepto de autonomía, “afirmo que con los movimientos de vanguardia el subsistema artístico alcanza el estadio de la autonomía. El dadaísmo, el más radical de los movimientos de la vanguardia europea, ya no critica las tendencias artísticas precedentes, sino la institución arte tal y como se ha formado en la sociedad burguesa”[2]con el concepto de institución arte se refiere tanto al apartado de producción y distribución del arte como a las ideas que sobre el arte dominan en una época dada y que determinan esencialmente la recepción de las obras. En resumidas cuentas: “Los movimientos históricos de vanguardia niegan las características esenciales del arte autónomo. La separación del arte respecto a la praxis vital, la producción individual. La vanguardia intenta la superación del arte autónomo en el sentido de una reconducción del arte hacia la praxis vital”[3]de esta falta de superación dan fe a la literatura de evasión y la estética de la mercancía.

 

 

Características vanguardistas de la poesía de Pedro Leandro Ipuche, Philippe Soupault y Adriana Tafoya.

 

 

Pedro Leandro Ipuche poeta uruguayo considerado como uno de los iniciadores en poesía, que con su vasta obra se ha integrado por composiciones en prosa y en verso que abarcan un largo período en la historia de nuestra literatura, dentro de la cual se le considera uno de los fundadores de la corriente "Nativista", junto a Fernán Silva Valdés, en el que se funde lo criollo con el vanguardismo.

El único atisbo de vanguardia fue el nativismo “lo nativista es prolongación ingeniosa y universal de la raíz, originalidad” (Mendonca, 407), una literatura arraigada en la tierra y la vida campesina que dio continuidad a la literatura gauchesca (subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir) y fue practicada por escritores que tenían experiencia en el medio rural.

Su poesía revela una preocupación metafísica, donde aparece su inquietud por el misterio de la creación y la esencia de los seres. Nació y creció en Treinta y Tres, y en sus obras evoca los dichos, personajes y acciones de pueblo.

Los hombres se reconocen en las obras de arte porque estas les ofrecen imágenes de su escondida totalidad. Incluso cuando expresan la dispersión y la atomización de las sociedades y de los individuos, como ocurre con la poesía y la novela modernas, son un emblema de la perdida de comunidad. De ahí que no importe demasiado que la obra sea leída al principio por unos cuantos; la preservación de la memoria colectiva por un grupo, aunque sea pequeño, es una verdadera tabla de salvación para la comunidad entera. En esas tablas las tradiciones y las culturas atraviesas los mares del tiempo. (Paz, 73)

El poeta hace una revaloración de los temas nuestros, pero con un lenguaje más artístico y moderno, en la totalidad de su poesía escrita en prosa dándole ritmo, alama y riqueza a través de estos elementos autobiográficos, culturales y característicos de la comunidad que son parte fundamental dentro de su texto. “Aparte d esta comunidad de creencias y de imágenes antes se la llamaba “el alma de los pueblos”, hay temas, episodios y personajes en un nivel más superficial, conmueven a las multitudes y se apoderan de la imaginación colectiva” (Paz, 74). El tema nativo en los buenos creadores, como Ipuche, por ejemplo, tiende a una universalización, sea de personajes, motivos o estados de alma, ya que se puede llegar, por vía de lo telúrico, a lo general, y a veces hasta lo cósmico. Es que el poeta campero, al poner su “yo”, le da, si es el caso, un temblor de misterio, una fuerza que sale de su misma alma y una ascensión hacia lo filosófico, psicológico, ético o cualquier otro camino por el que la lírica afirme su señorío indiscutido, como lo hace en su obra Isla patrulla 1935 en su primer línea versal se puede ver que está escrito en primera persona, como anteriormente se ha mencionado se encuentra el “yo” que incorpora Ipuche en sus obras como característica vanguardista:

Un año antes de casarme, en un accenso alegre

que me lleno de vida…

Mi madre… Mis hermanos…

Me resolví.

En el fondo de esa determinación se movía Treinta

y tres con su llamado mágico.

Prepare mis bártulos y allá me fui, calentándome en

aquella arisca zona del este. 

 

En la quinta línea presenta el nombre del lugar donde nació Ipuche. (Treinta y Tres es un departamento localizado al este del Uruguay. Limita al norte con Cerro Largo, al sur con Lavalleja y Rocha, al oeste con Florida y Durazno y al este con Brasil) Al insertar este tipo de datos biográficos en su prosa se convierte en una característica vanguardista,  ya que la mayoría de las sus obras giran entorno de la temática rural, transcurriendo la mayoría de ellas en departamentos fronterizos como la novela Isla Patrulla (1935), Sus obras tratan sobre hechos, dichos y personajes de su tierra natal.

Según Jorge Luis Borges (citado por Oreggioni 2001: 311) “los sujetos que maneja no son forzosamente patrios. (…) Entre los motivos camperos suele conceder mayor preeminencia a los que la leyenda no ha prestigiado”. En sus comienzos se inclina hacia la poesía, publicando Engarces (1912-1914) y La pajarera nativa (1916). En la década del veinte sus creaciones se orientan hacia la narración en prosa con Fernanda Soto (1931), Isla Patrulla (1935), La Quebrada de los Cuervos (1954) y Chongo (1961) (Oreggioni 2001: 311-312). También su estructura o forma en que presenta  sus textos existe la liberta en cuanto a lo formal, rompiendo con los canones establecidos, “el poema prorrumpirá para desbaratar la lengua normativa” (YURKIEVICH, 21). Hay algo único tanto en la poesía como en la prosa de don Pedro Leandro. Algo nada raro pero único y verdadero la prosa de Ipuche. Es y no es: crónica, historia, memorias, fábula, cuento, autobiografía, crítica, estampa, entretenimientos, relato de viaje, artículo, ensayo. Con la añadidura de que su prosa no es prosa, o al menos su autor no la reconoce como tal. A sus 70 años, luego de haber recordado su producción en verso reflexiona en Hombres y Nombres de este modo: "No he dejado, por esto, de hacer prosa. Fernanda Soto, Isla Patrulla, El Yesquero del Fantasma y los Cuentos del Fantasma, son libros de lo que se acostumbra llamar prosa" (Ipuche, 25). Como narrador tiene esto de bueno: todo lo que cuenta parece haber sido vivido. Vivido primeramente, y revisto después. Mucho tiene que hacer aquí el recuerdo tanto en la selección de figuras y casos como en el decorado y tono emocional. Es, por supuesto, una selección de vida. No puede descontarse el caso frecuente en que la historia sólo de oídas ha llegado hasta él. Más en su recreación ha puesto el autor una simpatía desbordante. Este mundo narrativo de Ipuche es absolutamente personal, como todo lo suyo. Encuadra perfectamente dentro de la comarca de nuestra narrativa gauchesca y campera, a la que amplía sin presuponerla.

En “Isla Patrulla” (1935) hay un tremendo drama humano; en la guerra, sin reconocerse, los dos hermanos, uno colorado y otro blanco, se matan entre sí. De ahí la maldición, esa maldición que a esas batallas fratricidas haga el padre, el coronel Ezequiel Cruz. Sabat Ercasty, al prologar este libro de Ipuche, dice: “Su prosa casi no lo es. Tiene la emanación de una cosa conversada, llena de nervio y de fino dinamismo interior... Si no fuera por la carga lírica donde la emoción personal triunfa, por el deleite sabroso del lenguaje que mezcla a lo natural e ingenuo de las historias populares, el vocablo elegido por regusto de artista, el giro caprichoso de una frase crespa y barroca, podría pasar su historia por cosa dicha por la clara y vieja voz del pueblo”. Destaca Sabat en él, el “esparcimiento fácil del corazón”, el “gusto por los contrastes”, la “rebeldía de autodidacta que se burla de universalidades y de academias” y esa mezcla, en partes iguales de sagrado salvajismo y cultura refinada y bravía.

Deberían ser analizadas otras obras como la colección de narraciones “Cuentos del fantasma” (1946) con el pacto y ulterior enfrentamiento de dos malevos: el negro Tomás Corrales y “El Clinudo”, donde el realismo campea más hondo. Otras de sus obras narrativas: “La quebrada de los cuervos” (1954), de la que destaca “El paraguayito” que Visca, certeramente, ha insertado en su “Antología del cuento uruguayo contemporáneo”.

 

Características vanguardistas de la poesía de Philippe Soupault.

 

 

Philippe Soupault, poeta, ensayista, periodista, novelista y viajero francés el fundador del movimiento del surrealismo junto a André Breton con quien también en 1919 publico Los campos magnéticos el primer texto literario surrealista. Su espontaneidad fue sumamente útil en las primeras experiencias de escritura automática, método que es propuesto por el surrealismo, que consiste en escribir rápidamente, sin tema preconcebido, bastante de prisa como para olvidar y no sentir la tentación de releerlos. La frase vendrá por sí sola, pues es verdad que, en cada segundo, hay una frase extraña en nuestro pensamiento consiente, que solo pide expresarse,” El Surrealismo propone como método para la creación poética la llamada "escritura automática”: Escribir rápidamente, sin tema preconcebido, bastante deprisa como para no olvidar y no sentir la tentación de releeros. La frase vendrá por sí sola, pues es verdad que, en cada segundo, hay una frase extraña a nuestro pensamiento consciente, que sólo pide expresarse” (Bretón, 103). De igual forma desde el punto de vista literario, es el método defendido y usado por el padre del surrealismo André Breton, y los surrealistas, en la primera mitad del siglo XX, considerando que de esa forma el “yo” del poeta se manifiesta libre de cualquier represión y dejando crecer el poder del hombre fuera de cualquier influencia castrante. En sí, la escritura automática, consiste en transmitir tal cual surgían las ideas de la mente, sin reflexionarlas y sin tener un tema preciso, y plasmarlas directamente a un texto o poema. Estas frases procedían directamente de subconsciente y no tenían coherencia lógica entre sí. Otra de las características de la obra de Philippe es la presencia del yo lírico que se siente ciudadano del mundo, y nos brinda pantallazos, instantáneos de ciudades y sitios visitados. Terry Eagleton dice: “recordemos que la técnica del monólogo dramático nació en la poesía posromántica inglesa como reacción a la expresión desnuda, confesional y autobiográfica de la intimidad. En la poesía española, el uso continuado y consiente del monólogo dramático comienza en el segundo lustro de la década de los sesenta”. Esta característica vanguardista se puede apreciar en el poema UNO, DOS O TRES de Philippe:

 

UNO, DOS O TRES

Busquemos los hijos

los padres de los hijos

los hijos de los hijos

las campanas de la primavera

las fuentes del verano

las penas del otoño

el silencio del invierno

 

Uno, Dos o Tres es un poema estético, con una versificación elocuente,  que posee la característica vanguardista anteriormente mencionada el yo lírico que se puede percibir en su primera línea versal, aludiendo también al automatismo que ha sido utilizado como receta literaria para la fabricación, sin esfuerzo ni contenido, de una literatura tan vacía como la literatura académica que se quería rehuir, El automatismo constituye el centro y la clave de la técnica poética surrealista. Mantiene la más alta jerarquía entre dichas técnicas, y ese lugar le confiere Breton desde el primer manifiesto. Esta jerarquía indudable ha hecho creer a muchos que surrealismo y automatismo son términos sinónimos. Mientras que surrealismo implica una verdadera concepción del mundo; el automatismo es tan sólo una de las técnicas (sin duda la más importante) que se utilizan en la creación poética surrealista. En sí, la escritura automática, consiste en transmitir tal cual surgían las ideas de la mente, sin reflexionarlas y sin tener un tema preciso, y plasmarlas directamente a un texto o poema. Estas frases procedían directamente de subconsciente y no tenían coherencia lógica entre sí, Octavio Paz, en 1954, escribía:

 

Tal vez no sea impertinente decir lo que pienso de la “escritura automática”, después de haberla practicado algunas veces [...]. Como experiencia me parece irrealizable, al menos en forma absoluta. Y más que método la considero una meta: no es un procedimiento para llegar a un estado de perfecta espontaneidad e inocencia sino que, si fuese realizable, sería ese estado de inocencia. Ahora bien, si alcanzamos esa inocencia –si hablar, soñar, pensar y obrar se ha vuelto ya lo mismo-, ¿a qué escribir? El estado a que aspira la “escritura automática” excluye toda escritura.

 

Philippe Soupault, conserva la libertad de lo formal en la forma y contenido de su poesía, “el texto poético es un ente compuesto de “contenido” y “forma” que implica, asimismo, una relación entre signo y significado, lo que se nuestra como poética no es un compuesto de realidades independientes o separables sino un complejo holístico, en situación y disposición de realizarse como poema[…] se trata de un poseso tendiente a identificar “lo que se dice” con el “cómo se dice””. (Landa, 46) Creando una poesía en verso libre “en poema en prosa, el verso libre y el versículo adquieren plena ciudadanía poética. El poema consigue completa plasticidad, accede a la plenitud de su capacidad polimorfa y polifónica, el verso libre promueve una nueva concepción del ritmo” (Yurkievich, 29) las innovaciones de los versolibristas más que métricas son sintácticas, graficas, rítmicas, fonemáticas. Ellos trabajan con encabalgamientos abruptos, con la atenuación y el desplazamiento de los acentos versales, extremando la liberación y atenuando el efecto reglamentario del esquema prosódico que llevan al punto de ruptura. La quiebra va se perpretada por la vanguardia que preconiza el corte total con el pasado, la tabla rasa, la impronta espontanea, la improvisación y hasta el arte bruto.[4] Sin llevar acabo el recurso de los signos de puntuación, lo que hace ser a su obra una poesía fluida, también crea una liberación del lenguaje mediante sus metáforas, en las que se asocian términos que no tienen relación aparente, Con ello llama la atención no dé la razón del lector sino de su inconsciente. Que es un objetivo que los surrealistas pretendían con su poesía la liberación del hombre. La manera en como presenta su obra poética también es característica que arrastra de la tradición vanguardista dando cierto sentido y significado a cada elemento que la conforma, Josu Landa dice que la obra poética es un compuesto de elementos:

 

En primer lugar, dichos elementos son palabras, signos de puntuación, espacios en blanco, pausas en cierta clase de preferencia… Pero no se trata de signos muertos, amontonados sin ton ni son. Al contrario, el texto poético se presenta como un conjunto de signos articulados conforme a determinada intención. Como advierte Octavio Paz el poema es un “pequeño cosmos dinámico”. [5] por eso, en él ninguna presencia es gratuita, unas palabras haciendo de título, un verso o una línea sin medida prefijada, una forma canónica o una sucesión libre de frases, unos signos de puntuación o su ausencia deliberada, un claro que invoca al silencio…( Landa, 44)

 

 

En toda la obra de Philippe Soupault se encuentra rasgos vanguardistas, en algunos poemas mucho más que en otros, en especial características del surrealismo que es al movimiento que perteneció logrando hacer esta ruptura he innovación en la literatura.

 

 

Características vanguardistas dentro de la obra poética de Adriana Tafoya

 

 

La editora y poeta mexicana actual Adriana Tafoya nació el 28 de julio de 1974 en la ciudad de México.  Tafoya hace hincapié  en la importancia de saber qué es lo que se trasgrede, y para qué: es crucial para que el poeta o el narrador pueda ejercer una estética. Transgredir por transgredir es similar a hacer por hacer.  Así mismo, Cisnegros de la Cruz, escribe: “Porque transgredir no es gritar fuerte o con amargura, sino con precisión. Ser incisivo. Abrir donde hay que abrir para extraer lo que se busca extraer y lograr el trasplante; salvar un organismo, el cuerpo mismo del poeta, o del poema, y por ende de la poesía, de la literatura, y su radio expansivo. ¿Qué se puede transgredir cuando rotos tantos límites y acuerdos sociales los transgresores se han sumado a los cánones y leyes establecidas convirtiéndose en los conservadores del hoy?”.

Para Tafoya la poesía significa  las raíces más profundas del inconsciente humano, y su relación con todo lo que lo rodea. Es el significado en sí mismo, naturalmente expresado de esas trasmutaciones interiores. La poesía es una introyección visual que se proyecta hacia el exterior con un nuevo sentido. “La singularidad de la poesía moderna no viene de las ideas o las actitudes del poeta: viene de su voz” (Paz, 133). La poesía es un oficio. El poeta construye con palabras una obra; La poesía también es cosa pero cosa: está hecha de palabras, una bocanada de aire que no ocupa lugar en el espacio. A la inversa del cuadro, el poema no muestra imágenes ni figuras: es un conjuro verbal que provoca al lector, o en el oyente, un surtidor de imágenes mentales[6]. Un mundo con un lenguaje que se niega a ser una máquina automática. “la poesía es una manera de fenomenología del lenguaje, una en la que la relación entre palabras y significado, es más escrita que en el lenguaje ordinario […] es el lenguaje en el que significado o sentido es el proceso global de la propia significación” (Eagleton, 31). En esta labor se articulan las distintas dimensiones de la experiencia del sujeto y con cada verso engarzado el poeta también se transforma; se reconstruye. Al final del poema, el poeta es otro y el texto adquiere existencia propia; como espejo de significados múltiples se levanta entre dos extremos: quienes encontrarán en él un reflejo con el que se identifican y quienes quedarán desorientados, cuestionados o retados por lo que el poema expresa.

De esta manera la escritura también se convierte en un espacio donde se entablan batallas. Éstas, aunque simbólicas, no menos reales, que pugnan por un mayor equilibrio y equidad; que sin percibirlo van modificando el mundo desde la misma vida cotidiana y sus intersticios. Batallas que son parte de muchas otras que se escenifican en lugares diversos del México actual.

La obra poética de Tafoya a pesar de ser una poeta actual, arrastra con elementos tradicionales del vanguardismo. Como lo hace en uno de sus poemas Sobre el juego:

El juego es una mirada en desmesura

transparencia mórbida de una actividad que se despliega

                                           es fruta que estalla en la boca

                                    después del trauma de la mordida

                                        borboteo de adrenalina límpida

                                  por el barranco de las posibilidades

Puede ser

                 pero no

               

                 El juego es la mentira más cercana a la verdad

                                                       tras otro intento del acierto

                 es la fiesta de las víctimas de un sueño

                                        indeleble y concéntrico

En el circo de dios el juego es un loco que posee la tabla de los muertos.

Estamos frente a un poema con un ritmo constante que exige al lector su atención, por un lado, percibir toda su belleza y fuerza; su manufactura cuidada, los recursos poéticos empleados y las imágenes, muchas de ellas sorprendentes. Por otro lado, ir más allá de la estructura y la cadencia, para comprender mejor a la voz que habla y el lugar desde el que lo hace; para observar con detenimiento la formación que sucede ante nuestra lectura y en voz de la poeta, el juego de los espacios en su estructura es una de las características vanguardistas más resaltantes en su obra, este elemento se relaciona con la palabra o contenido y adquiere un cierto sentido o significado “la palabra y el silencio no son realidades contrapuestas si no que están inextricablemente unidas: la palabra nace y muere en ese espacio vacío y solo entonces adquiere significación el silencio”(Eagleton, 289). El Lenguaje y silencio Steiner[7] distingue tres tradiciones silenciarias que buscan remediar las limitaciones del lenguaje: la de la luz, la de la música y la del propio silencio.  Josu Landa en su ensayo de Poética hace referencia al silencio que se acontece siempre como estado de relación y se da como fenómeno, en los términos de un vínculo de la palabra con el espacio en blanco y con el tiempo. “en los dominios del poema, el silencio parece desempeñar una función tanto técnica como ontológica. Esta intuición equivale, entonces, al reconocimiento de que en el ámbito propio de la realización y existencia del poema, el silencio se muestra como un fenómeno positivo” (Landa, 65). El verso libre vine hacer también tendencia de la tradición el cual tiene relación con el espacio o silencio de hecho Landa cita a  Gustave Khan[8] quien percibe que el verso libre tiene al silencio como criterio fundamental de concreción e identificación, puesto que no puede tratarse sino de un fragmento, lo más corto posible, limitado por dos detenciones de la voz. Asimismo se puede percibir tras la temática de su obra la proyección del mundo actual por el cual se ve inspirada. Tras la ausencia de los signos de puntuación y la incongruencia entre sus líneas versales forma un poema muy significativo.

Para finalizar he encontrado una relación en la obra poética de los tres poetas, sin importar que son de diferentes tiempos y movimientos, he percibido que cada uno logra en su poesía el aspecto innovador, la ruptura con lo tradicional, asimismo los tres presentan sus textos en verso libre, proyectando el contexto social perteneciente a su momento en el que crearon sus obras poéticas.

 

 

Bibliografía

 

BÜger, Peter. “Teoria de la vanguardia y ciencia de la literatura”, “el problema de la autonomía del arte en la sociedad burguesa”. Teoria de la vanguardia. Barcelona: Peninsula, 200. P. 62

 

Mendonca, Gilberto. Vanguardia latinoamericana Iberoamericana, Vervuet, 2009, p.407

 

Paz, Octavio. La otra voz. Poesía y fin de siglo. Barcelona: Seix Barral, 1990. P, 73

 

YUrkievich, Saúl. “Sobre la vanguardia lationamericana”.“La movediza modernidad”.Madrid:Taurus, 1996. P, 21

 

Bretón, André. Manifiesto del surrealismo. Editorial argonauta, Buenos Aires, 200. P.103

 

Landa Josu. “¿Qué clase de cosa es un poema?”. Poética. México: Fondo de Cultura económica, 2002. P. 46.

 

Eagleton, Terry. Como leer un poema. Londres,debate, 2003. p. 31

 

Oreggioni Alberto (2001). Nuevo Diccionario de Literatura Uruguaya. Montevideo: Banda Oriental.

 

Adriana Tafoya.http://adrianatafoya.blogspot.mx/ (fecha de consulta el 12 de enero del 2017)

 

[1] Peter Bürger. Teoría de la vanguardia. Barcelona: Península, 2000, p.62

[2] Ibid.,p.62

[3] Ibid., p.109

[4] Yurkievich, Saúl. La movediza modernidad. Madrid: Taurus, 1996, p 31.

[5] Octavio Paz, “ La otra voz”, Vuelta, núm.168, p 16.

[6] Paz, Octavio. “poesía y fin de siglo”. La otra voz. Poesía y fin de siglo. Barcelona: Seix Barral, 1900. P 134

[7] George Steiner, Lenguaje y silencio. Ensayos sobre literatura, el lenguaje y lo inhumano, 1967, Mexico, Gedisa,1982, p 291.

[8] Gustave Khan, apud Fernando Lázaro Carreter, Estudios de poética, p. 59.

Publicado en La Piraña México
Artemio Vargas Figueroa

Artemio Vargas Figueroa estudiante de la Lic. De literatura hispanoamericana en la Facultad de filosofía y letras de la Universidad Autónoma de Guerrero, nació en la comunidad de Las Parotas, municipio de General Heliodoro Castillos del estado de Guerrero, el 20 de octubre de 1994. Lic. En literatura hispanoamericana en la capital del estado. Practica la fotografía de las cuales cinco fotografías de los murales de Tixtla elaborados por el pintor Jaime Gómez del Payán han participado en la publicación de Ignacio Manuel Altamirano en Morelos del escritor Mario Casasús. Actualmente se encuentra realizando una investigación sobre los corridos del cantor suriano Félix Cruz, considerado el padre del corrido suriano en Guerrero.

LOS CANTOS DE LA TERNURA DE ADRIANA TAFOYA






                                           Por Juan Cú


 “La fecundación humana, que hubiera sido nula en otros casos parecidos, fue aceptada esta vez por la fatalidad … cuando no le arrojó como pasto un bastardo recién nacido cuya madre desea que muera” Isidore Ducasse (Uruguay 1846-Francia 1870) Cantos de Maldoror.

“La mujer primaria, la mujer aldeana es madre. Todo su destino, desde la niñez anhelado, se encierra en esa palabra. Pero ahora surge la mujer ibseniana, la compañera, la heroína de una literatura urbana, desde el drama nórdico hasta la novela parisiense. Tienen, en vez de hijos, conflictos anímicos. El matrimonio es un problema de arte aplicado, y lo que importa es «comprenderse mutuamente». ¿Qué más da que la infecundidad sea debida a que la dama americana no quiera perder una season (temporada), o a que la parisiense tema la ruptura con su amante, o a que la heroína ibseniana «se pertenezca a sí misma»? Todas se pertenecen a si mismas y todas son infecundas. Y el mismo hecho, relacionado con iguales «motivos», lo encontramos en la sociedad civilizada de Alejandría y de Roma, y, naturalmente, en cualquier sociedad civilizada; y, sobre todo, también en la sociedad que vio nacer y crecer a Buda. En el helenismo, como en el siglo XIX…” Oswald Spengler (Alemania 1880-1936). La Decadencia de Occidente.

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El utilizar la mitología griega, y sus dificultades para tratar de comprenderla y generalizarla a través de un particular punto de vista y además utilizarlo como referencia específica es muy arriesgado.

Que así de ininteligibles son todas las mitologías de todos los países del mundo, y más, cuando se quiere moldearlas para justificar un fin en la historia.

Ejemplos como la tragedia griega Medea de Eurípides:

CORIFEO. — ¿Te atreverías a matar a tu simiente, mujer? Verso 816

MEDEA.— Así quedará desgarrado con más fuerza mi esposo.Verso 817

Medea, Eurípides.Ed.Bilingüe. Gredos 1999

Otro ejemplo desde otra visión lo tenemos en “Fastos” de Ovidio Nasón (-43 al 17 d.C ):

Día 13: Fiesta de Carmentis. Cuando el sol que vea tras de sí a las Idus sea el tercero, se oficiarán las ceremonias relacionadas con la diosa Parrasia. (Camentis. Se la llama -Parrasia- porque había llegado de Arcadia, de la que Parrasia era un distrito.) Pues antes transportaban a las madres ausonias carruajes (carpenta) ( que también creo que se llaman así por la madre de Evandro. Más tarde se les arrebató ese honor, por lo que ninguna señora aceptaba renovar la descendencia de sus ingratos esposos con alumbramiento alguno, y , para evitar el parto se golpeaban a ciegas temerariamente y expulsaban de sus entrañas el peso que iba creciendo. Dicen que los senadores llamaron al orden a las esposas que se atrevieron a tal inhumanidad, pero que pese a ello les devolvieron sus derechos. Y ahora mandan que se celebren dos ceremonias igualmente en honor de la madre -tegeea-, porque nascan niños y niñas…”

En Fastos Ovidio Nasón trad. y notas Bartolomé Segura Ramos. Biblioteca Gredos. Madrid. 2001.

Este es el tema ( y sus variantes puntos de vista.  Ver entre otras cosas  el mito de las Amazonas, etc. ) que aborda la escritora Adriana Tafoya en su poema con título de Los Cantos de la Ternura.

 Lévís-Strauss, el antropólogo Francés-Belga (1908-2009), en su libro “Las estructuras de parentesco”, sostuvo que los parentescos familiares estaban relacionados con alianzas entre el par de familias y no en la ascendencia de un ancestro común como lo pensaban los europeos de finales del siglo XIX, es decir las familias se integran en la sociedad a manera de intereses para fortalecer una unión duradera, donde la mujer juega  un papel preponderante; esto lo descubrió al estudiar (1935-1939) las costumbres de los indígenas brasileños, entre otras cosas.

Simone de Beauvoir estuvo de acuerdo en el planteamiento de Lévís-Strauss, en su libro,”El Segundo Sexo” (Le Deuxième Sexe, 1949). Hasta aquí  pudieran estar las cosas para el siglo XX.

Regresando a la historia, la tragedia de Medea de Eurípides, ofrece una “hendidura” en el mito familiar que se relaciona con una excepción de las costumbres del pueblo griego: “el libre albedrio de la madre”, los hombres griegos negarán  su existencia  por la sana preservación de la especie. En ellos estará significado su victoria desde siempre en  la guerra con Troya  durante los combates entre Aquiles y Pentesilea (  y otras  mujeres amazonas)  y  Hércules contra Hipólita, hermana de aquélla con el  objetivo de  quitarle “el cinturón mágico de Hipólita” (lo del cinturón, interprétese como se quiera ) narrados en  los “doce trabajos” del héroe en  los mitos  griegos.

Así, los temas femeninos de la antigüedad donde las participantes, por ejemplo, durante el culto religioso nacional fueron mujeres las que desarrollaron una personalidad importante en la sociedad de su tiempo (véase sobre las sibilas en el famoso Templo de Cumas), obtendrían  de ahí su carácter no menos sanguinario en comparación con los hombres: recuérdese que  la tierna sibila de la historia griega de los inocentes libros que leemos,  no fueron aquéllas dulces mujeres que evocaban profecías dentro de la historia general, sino la sibila, que, a la manera de sacerdotisa a los piés de Artemisa, como la describió Alfonso Reyes en su poema (¿teatro?) Ifigenia Cruel, que sin reconocerse, Ifigenia y su hermano al encontrárse, ni recuerdos de su familia les asaltaban.  En el momento de la llegada del hermano para  sacrificarlo como cualquier otro extranjero destinado en honor a la  diosa, Ifigenia, una mujer que sólo su voluntad la conducía en su oficio. Ella,  mujer sacerdotisa, como una real sacrificadora de hombres:

Ifigenia.- “Tu voluntad hormigueaba
desde mi cabeza hasta el seno,
y colmándome del todo el pecho,
se derramaba por mis brazos.

Nacía entre mi mano el cuchillo,
y ya soy tu carnicera, oh Diosa…”

 Coro—Hija salvaje de palabras:
¿quién te hizo sabia en destazar la víctima?
¿Quién te enseñó el costado donde esconde
su corazón el náufrago extranjero?

De Ifigenia Cruel. Alfonso Reyes. Obras completas

Adriana Tafoya volvería décadas después a observar “la cicatriz imposible de Medea” e intentará hendir de nuevo la herida de forma  semejante y a su voluntad como lo  haría Ifigenia de  Don Alfonso Reyes: darle nuevamente voz a un espíritu desde el pasado.  Eso son Los Cantos de la Ternura:

   “La muerte de un hijo
paraliza el cuerpo
reseca la lengua
sangra los oídos
me dicen,
duele de noche
el agua se quiebra
humedece los cabellos
y el territorio se hace lodo.
El dolor golpea en el vientre,
me dicen derrumba cavernas
y derrama los pájaros,
lágrimas rojas que sostienen al cielo…”

                                                        Adriana Tafoya de Cantos de la Ternura

 

APÉNDICE

Citas complementarias.

1- “El mito y la tradición atribuyen dos horrendos crímenes
a Lemnos, lo que puso en boga, durante la Grecia histórica,
la expresión coloquial “crímenes lemnios” para calificar
las atrocidades más repelentes: uno es la matanza de
los hombres a que acabamos de referirnos; otro, la matanza
de los niños habidos por los pelasgos lemnios en las mujeres
atenienses, raptadas en época todavía anterior, en vista de
que los niños formaban una minoría étnica no asimilada,
orgullosa de su sangre, lengua y usos extranjeros —en que
sus madres los habían educado— y que representaba un peligro
para el porvenir. “Alfonso Reyes. Obras completas. Mitología griega (los Héroes) T. 17. pag. 52 Ed. F.C.E. México.

2.- “Los lidios, según testimonio de Janto —una de las posibles fuentes de Heródoto— llegarona tal extremo en sus refinamientos que inventaron la
esterilización de las mujeres.” Alfonso Reyes Obras completas. T. 18. Estudios helenísticos. Pag 375 Ed. F.C.E. México.


3.-  SACRIFICIO DEL HIJO DEL REY
se moría de hambre, por lo que el rey envió mensajeros al Oráculo de
Delfos para inquirir la causa de la esterilidad. Pero la malvada madrastra
sobornó a los mensajeros para que dieran como respuesta del dios que
la esterilidad de la tierra no cesaría hasta que los hijos de Athamas con
su primera mujer fueran sacrificados a Zeus.

Cuando Athamas oyó estomandó buscar las criaturas, que estaban con el rebaño, pero un carnero que tenía el vellón de oro abrió los belfos y hablando con voz humana advirtió a los niños del peligro. Entonces ellos montaron sobre el carnero, que voló con ellos por encima del país y del mar. Cuando estaban volando sobre el mar, la muchacha, Helle, se deslizó del lomo del carnero y cayó al agua, donde se ahogó, mas su hermano Frixos llegó en
seguridad al país de Colchis, donde reinaba un hijo del Sol.

Frixos, después,se casó con la hija del rey y ella le dio un hijo, Cytisoro, y Frixossacrificó el carnero del vellocino de oro a Zeus, el Dios del Vuelo, aunque algunos creen que sacrificó el animal a Zeus Lafistianos. El vellocino
de oro se lo regaló al suegro, que lo clavó en un roble guardado
por un dragón insomne en un bosque consagrado a Ares.

Mientras tanto, en casa, un oráculo ordenó al mismo Athamas que muriera sacrificándose como víctima expiatoria por todo el país; en vista de esto, el pueblo le adornó con guirnaldas como una víctima y le condujo al altar; en el
mismo momento en que iba a ser sacrificado, lo rescataron su nieto Cytisoro,
que llegó de Colchis a tiempo, o bien Hércules, que le trajo la
noticia de que su hijo Frixos vivía aún.

Así fue salvado Athamas, masdespués se volvió loco y confundiendo a su, hijo Learcos con una fiera, le mató. Después intentó matar a su otro hijo Melicertes, pero la criatura fue rescatada por su madre Ino, que corriendo se arrojó con ella desde un acantilado al mar, siendo convertidos madre e hijo en divinidades marinas a las que rindieron culto especial en la isla de Tenedos,
donde les sacrificaban niños.

Así privado de mujer e hijos, el infeliz Athamas abandonó su país y a la pregunta que hizo al Oráculo sobre dónde tenía que habitar, le fue contestado que tenía que vivir con los animales salvajes. Cayó sobre una manada de lobos que estaban devorando unas ovejas y en cuanto le vieron huyeron dejándole los restos desus presas.

De este modo se cumplió el oráculo, pues por no haber sido
sacrificado el rey Athamas como víctima expiatoria por el país entero,
fue decretado por la divinidad que el varón primogénito de su familia
en cada generación sería sacrificado sin remedio por otro varón de la
casa de Athamas, en cuanto pusiera el pie en la casa de la ciudad donde
se hacían las ofrendas a Zeus Lafistianos.

Le informaron a Jerjes que muchos de aquella familia huyeron a países extranjeros para escapar a este destino, mas algunos de ellos habían vuelto mucho tiempo después y, capturados por los centinelas en el acto de entrar en la casa de la ciudad, fueron adornados y coronados como víctimas, conducidos en procesióny sacrificados. Estas escenas parecen haber sido ciertas, si no frecuentes, pues el autor de un Diálogo atribuido a Platón, añade que esas prácticas no fueron desconocidas entre los griegos y refiere con horror los sacrificios ofrendados en el monte Lycaetos por los descendientes
de Athamas.

La sospecha de que esta costumbre no cayera de ningún modo en
desuso en tiempos posteriores se refuerza por un caso de sacrificio humano
que ocurrió en tiempos de Plutarco, en Orcomenos, ciudad muy
antigua de Beocia, distante sólo unos cuantos kilómetros en la planicie
del lugar donde nació el historiador.

Allí vivía una familia en la que los hombres llevaban el nombre de Psoloeis o “Tiznado” y las mujeres el de Oleae o “Destructiva”. Cada año, en el festival de la Agronia,1 el sacerdote de Dionisos, con una espada desenvainada, perseguía a estas mujeres y si alcanzaba a alguna de ellas tenía derecho a matarla. En vida de Plutarco este derecho fue ejercido por un sacerdote, un tal Zoilo.

Lafamilia utilizada para proveer víctimas humanas, al menos una por año,
era de ascendencia regia, pues descendía de Minyas, el antiguo rey de
Orcomenos, el monarca de fabulosa riqueza cuyo imponente “Tesoro”,
como se le llama, existe todavía en ruinas en el punto donde la colina
grande y rocosa de Orcomenos se une a la vasta planicie de la llanura
de Copai.

Corre la tradición de que las tres hijas del rey despreciaban
a las demás mujeres del país porque se abandonaban al frenesí báquico,
desdeñosamente sentadas junto al hogar de la casa real ocupadas en la
rueca y el telar, mientras las demás, coronadas de flores, los cabellos
sueltos ondulando al viento, vagaban en éxtasis por las peladas montañas
que se elevan sobre Orcomenos, haciendo resonar en la soledad de
las colinas el eco de su música salvaje de címbalos y panderos.

Mas andando el tiempo, la furia divina se transmitió a las damiselas reales en su apacible cámara; quedaron embargadas por el vehemente antojo de comer
carne humana y echaron suertes entre ellas para ver quién tenía que
entregar su hijo para servir el banquete caníbal. La suerte tocó a Leucippe
y ella entregó a su hijo Hippasos, que fue despedazado entre las tres.

De estas descarriadas mujeres provenían las Oleae y los Psoloeis.
De los hombres se decía que se les llamaba así porque llevaban ropas
enlutadas en prueba de su duelo y pesadumbre.
Esta práctica de tomar víctimas humanas de una familia de ascendencia
regia en Orcomenos es muy significativa, porque Athamas mismo,
se dice, había reinado en la comarca de Orcomenos antes de la
época de Minyas y, además, porque sobre la ciudad, a lo lejos, se eleva
el monte Lafistios, en el que, como en Alus de Tesalia, había un santuario
de Zeus Lafistianos, donde, según la tradición, Athamas provecto
sacrificar a sus dos hijos Frixos y Helle.

Resumiendo y comparando las tradiciones de Athamas con la costumbre que prevalecía respecto a sus descendientes ya en tiempos históricos, podemos en justicia deducir que en Tesalia, y probablemente en Beocia, reinaba de antiguo una dinastía en la que los reyes, por el bien del país, debían ser sacrificados al dios llamado Zeus Lafistianos, ( se celebraba de noche en honor de Dionisos) pero que ellos idearon desviar la responsabilidad fatal a sus hijos, de los que el mayor era generalmente el predestinado al altar. Andando el tiempo, la costumbre cruel fue mitigándose al punto de aceptarse como sacrificio vicariante el de un carnero en lugar de una víctima regia, carnero proporcionado por uno de sus deudos siempre que el príncipe se abstuviera de poner los pies en la casa de la ciudad donde se celebraban los sacrificios ofrecidos a Zeus Lafistianos. JAMES GEORGE FRAZER
LA RAMA DORADA. Magia y religión. FONDO DE CULTURA ECONÓMICA.1981.Pag. 340-341.